Los pollos fueron rechazados por otras aves porque nacieron con cuatro patas
Había un pollo de cuatro patas que vivía en una granja en Kairi, en el extremo norte de Queensland. Ha sido criada por otros pollos desde que nació, pero desafortunadamente sus compañeros de cuarto la intimidaron y la picotearon. La pobre gallina tenía una gran herida al final de la columna donde había sido picoteada. La propietaria de la granja, Jess Leeming, preocupada por su salud, decidió publicar en sus redes sociales pidiendo ayuda para encontrar a alguien que pudiera cuidarla adecuadamente.
«¿Alguien interesado en cuidar a una joven gallina de cuatro patas que necesita atención? Tiene una herida en la punta de la columna donde le dieron un picotazo y creo que sus días están contados a menos que alguien con experiencia se ocupe de ella», escribió Leeming. en su puesto.
La mujer también explicó que las patas adicionales del pollo le recorrieron la espalda, pero no parecían afectar su crecimiento. Sin embargo, sospechaba que sus compañeros de cuarto eran la causa del picoteo, ya que las gallinas tienden a picotear cualquier cosa diferente o nueva.
La condición del pollo se debió a un defecto genético de nacimiento llamado polimelia, que es una malformación congénita de las extremidades. Este tipo de anomalía congénita puede ocurrir en pollos y se define como el crecimiento de extremidades adicionales adheridas a diferentes áreas del cuerpo. Aunque se desconoce la causa exacta de esta anomalía congénita, se cree que está relacionada con factores genéticos que involucran transgenes, cromosomas y/o posible exposición a toxinas ambientales.
Afortunadamente, la gallina de cuatro patas encontró un nuevo hogar después de su publicación en las redes sociales. Jess Leeming actualizó su publicación para informar que el pollo fue adoptado por alguien con experiencia en el cuidado de animales. A pesar de su condición, la mayoría de las veces estas aves pueden llevar una vida normal y saludable sin consecuencias negativas por el defecto. En algunos casos, se recomienda la amputación de las extremidades adicionales.
La historia de esta gallina de cuatro patas nos recuerda que todos los animales merecen amor y cuidado, independientemente de sus diferencias. Gracias a la amabilidad y dedicación de personas como Jess Leeming, este pollo ha encontrado un hogar amoroso donde puede vivir feliz el resto de sus días.