Un artefacto hecho por el hombre de 60 millones de años – Wolfsegg Iron – Ufo and Mysteries

En 1885 un obrero llamado Reidl, que trabajaba en una fundición fundada por Isidor Braun (1801-1866) en Schöndorf/Vöcklabruck (Austria), rompió un bloque de lignito extraído en Wolfsegg. Encontró un objeto extraño parecido a un cubo/cuboide de metal incrustado en la piedra.

¿Porque son interesantes? Hay varios elementos que rodean a este ser que le han dado un «aura» mística. En primer lugar, el origen de este extraño artefacto es un misterio.

Es un artículo que, según quienes lo han visto y estudiado, indudablemente confirma la presencia en tiempos prehistóricos de antiguas culturas cuyos avances científicos precedieron a la humanidad moderna.

Además, el yacimiento de carbón Terciario con el que estaba integrado data de hace unos 60 millones de años.

Cuando se lo llevaron a su supervisor, el trabajador Reidl y sus asociados debieron encontrar el objeto de metal extraño e importante. El hijo de Isidor Braun, el constructor de la mina, llevó el artefacto al Heimathaus (museo) en Vöcklabruck.

Fue de origen meteorítico, propuesto por el ingeniero de minas Adolf Gurlt (profesor de geología de la Universidad de Bonn) en 1886.

Un molde se encuentra en el Museo Estatal de Alta Austria en Linz, donde se exhibió el original entre 1950 y 1958.

En 1966-67, el objeto fue examinado por microanálisis de haz de electrones en el Museo de Historia Natural de Viena, y no se encontró evidencia de níquel, cromo o cobalto en el hierro, lo que sugiere que no era de origen meteórico, mientras que la ausencia de azufre sugiere que no era pirita.

Dr Gero Kurat (n. 1938) del museo y el Dr. Rudolf Grill (1910-1987) del Servicio Geológico de Viena pensó que era hierro fundido debido a su bajo contenido de magnesio. En 1973, una investigación adicional de Hubert Mattlianer reveló que se fundió con la técnica Cire Losue (cera perdida).

Algunos afirman que los bordes eran rectos y afilados, y no había duda de que se trataba de un instrumento hecho por computadora que parecía ser parte de un instrumento mucho más grande. Estaban hechos de hierro, carbono y un toque de níquel. El balde medía 2 1/2″ por 1 4/5″, pesaba 28 onzas y tenía una hendidura horizontal.

Aquí hay otra descripción:

La forma era como un cuadrado, ligeramente cuadrado en dos de sus lados opuestos. La escala era de 67 mm x 47 mm, la última medida entre las dos orejas redondeadas. Pesaba 785g. Estaba rodeado por una incisión muy profunda. La era del acero pesado con níquel y carbono en su estructura.

No tenía azufre, pero no era pirita.

Se decía que el cubo tenía un peso especial de 7,75.

Los ufólogos argumentan que esta entidad, como comúnmente se cree, no vino del espacio exterior, sugieren que este artefacto es evidencia de que hace millones de años hubo culturas en la Tierra que poseían tecnología avanzada, apuntando a muchos otros artefactos encontrados alrededor del mundo. mundo, lo que sugiere que hay una tendencia entre ellos.

En la literatura paranormal a veces se afirma como un hecho que el hierro de Wolfsegg desapareció sin dejar rastro del Museo de Salzburgo en 1910. Como se mencionó anteriormente, actualmente se encuentra en el Museo Heimathaus en Vöcklabruck, Austria, donde se encuentra la imagen desde arriba.

El verdadero origen y significado del hierro Wolfsegg servirá como tema de discusión entre investigadores y ufólogos. Independientemente de los diferentes puntos de vista y opiniones, la obra, sin duda, seguirá siendo un elemento muy extraño y enigmático.

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